domingo, 14 de agosto de 2011
La hija del fletero - Los redondos.
Recuerdo como su mirada me volteó, pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa. Ay! si pudieras recordar sin rencor. En mi buzón hay un par de cartas suyas, fueron juntandose y no tengo el valor... Todavía su amor me da descargas. Pero a los ciegos no les gustan los sordos y un corazón no se endurece por que sí.
"No calentás la misma cama por dos noches" - me reclamaba y no lo quise oír. Hice de todo por impresionarlo y dejé huérfano todo su penar. Pero dos que se quieres se dicen cualquier cosa. No me gustó como nos despedimos, daban sus labios rocío y no bebí.
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